ARQUITECTURA
con sentido
Inspirados en la selva valdiviana, los lagos, la cordillera y la Patagonia.
Diseñamos espacios que inspiran a las personas a vivir sus espacios.
En Celva Arquitectura & Diseño, creemos que la verdadera esencia de la arquitectura comienza en su origen, un principio fundamental que está más allá de lo visible y lo tangible. La palabra "arquitectura" proviene del griego architekton (ἀρχιτεκτονική), que se descompone en arqué (ἀρχή), que significa "principio", "origen" o "comienzo", y tekton (τεκτων), que significa "constructor" o "artesano". Así, la arquitectura no es solo un arte de construcción, sino el arte de dar forma a lo que proviene del origen, de transformar un principio en espacio. Para nosotros, arqué no es solo el punto de partida de un proyecto; es la semilla de toda creación, la conexión entre lo material y lo intangible, lo concreto y lo abstracto. En este sentido, entendemos que la arquitectura debe ser una manifestación de este origen profundo, una forma que responde a las necesidades humanas pero que, al mismo tiempo, toca algo más allá de lo físico: un lugar donde habitar, sí, pero también un espacio que nos permita existir plenamente, que nos invite a conectar con nuestra esencia, con lo que somos y con el mundo que nos rodea. Este arte de la arquitectura no se limita a la mera funcionalidad del espacio; va más allá, uniendo lo material con lo intangible, lo sensible con lo racional, lo concreto con lo abstracto. Cada proyecto es una oportunidad para dar forma a lo invisible, para crear espacios que no solo sean habitables, sino que también hablen al ser interior, a las emociones y a la mente, permitiendo que el espacio se convierta en una experiencia profunda, que trasciende la mera ocupación física del lugar. La espiritualidad de un espacio no es algo abstracto, sino que está implícita en su estructura misma, en cada decisión tomada para que cada rincón, cada forma, cada detalle, se convierta en una manifestación de lo que somos como seres humanos, y de cómo nos conectamos con el entorno que nos rodea. Cada proyecto que abordamos es una oportunidad de hacer tangible este principio profundo. Desde las selvas urbanas hasta las selvas rurales, nuestros diseños surgen de una comprensión profunda del entorno y del ser humano. Buscamos crear espacios donde cada detalle sea una respuesta al origen, donde cada material, luz, forma y textura no solo cumpla una función, sino que también propicie una experiencia que eleve la existencia humana, que fomente la armonía interior y la conexión con lo más profundo de cada individuo. Nos inspiramos en la neuroarquitectura, entendiendo cómo el espacio afecta al cuerpo y a la mente, y cómo puede sanar, transformar y potenciar el bienestar. Así, en Celva, no entendemos la arquitectura simplemente como un acto de construcción que resuelve las necesidades funcionales del habitar. La vemos como un acto creativo que parte de lo más profundo, de lo primordial, y da vida a lugares que no solo se ocupan, sino que se experimentan profundamente. La construcción ya ofrece respuestas prácticas al habitar, pero la arquitectura va más allá, proporcionando experiencias transformadoras que tocan tanto lo físico como lo intangible. En cada uno de nuestros proyectos, buscamos que el espacio sea una manifestación del principio eterno de arqué, creando lugares que, como el origen mismo, son capaces de transformar, conectar y trascender.